Intenté publicar mi carta en algún medio gráfico, no obstante la dejo a disposición del que quiera leerla aquí en mi blog.
En la semana del 10 de Diciembre me dirigí al Conservatorio Gilardo Gilardi con el fin de inscribirme en una de las orientaciones musicales que esa casa de estudios imparte, pero la experiencia no fue para nada grata y, más aún, me ha dejado consternado al ver la negligencia con la que la institución actúa con gente como yo, sin más pretensiones que las de acercarse un poco más a la música.
La situación es muy sencilla, y no por ello simple. Al parecer me he salteado una pre-inscripción que se realizó en Octubre, no obstante no ha sido un intento, de mí parte, a faltarle el respeto a la burocracia institucional, ni mucho menos, el problema es producto del uso ineficaz que el Conservatorio hace de la comunicación con la sociedad.
Como decía, fui a inscribirme, y los dos jóvenes encargados de dicha tarea, quedaron sorprendidos, al escuchar que tenía una respuesta justa y fiel a la incapacidad de inscripción que me proponían por no haber ido en Octubre. Como lo hago en este momento, les informé a ellos sobre mi falta de conocimientos en cuanto a dicha instancia previa, y entendiendo lo lógico de la situación (leyendo y releyendo un papelito que yo tenía donde se explicitaban todas los requisitos para la inscripción, pero ninguno sobre la “pre”, información coincidente de manera taxativa con la web de la institución, por consiguiente errónea y escasa) tuvieron el agrado de recibir mi documentación, haciendo obra extraordinaria y exclusiva por las razones, como dije antes, lógicas que les exponía. Agradecí entonces su solidaria actitud de tomar mis datos y me retiré, con el acuerdo y compromiso de un posterior llamado que me correspondería realizar para corroborar mi carácter de regular en la institución.
El llamado sólo fue un cúmulo de malas noticias, que la prosecretaria María Helena Gavazzi me informó, con tono y actitud un tanto exasperada, que para nada se correspondía con mi respetuoso planteo. Ante la pregunta sobre el estado de mi situación, y la explicación del por qué de dicha cuestión, la respuesta fue que el Conservatorio tradicionalmente publica, desde hace ya unos cinco años, las fechas de la pre-inscripción en medios gráficos de la ciudad (me pregunto cómo debería hacer una persona que no vive en La Plata, o que no tiene los recursos para adquirir los periódicos), y que además, desde la institución, responden con información fehaciente a aquellos que llaman o concurren a dicha entidad solicitando la información pertinente. En cuanto a su web, quien se encontraba del otro lado del teléfono me contestó que de la misma se encargaban los amigos del conservatorio (http://www3.abc.gov.ar), afirmación que no justifica la falta de información y la errónea existente, integrada en el cuerpo del sitio (extraigo textualmente de la sección “pre-inscripción”, donde además de omitirse la fecha de la misma dice: “En el momento de la inscripción se les entregará un número que servirá de referencia para posteriores trámites”. Considero que es una afirmación anacrónica). En definitiva mi suerte, según bien me lo informó la señora prosecretaria, quedó supeditada a una lista de espera.
El motivo de mi carta no es muestra de intransigencia, ni excesos de furia, sólo informar sobre este desfasaje informativo que la institución experimenta, y dejar aviso a quienes el próximo 2011 quieran inscribirse en el ciclo lectivo 2012, para que compren los diarios antes de Octubre, de lo contrario se perderán la oportunidad de ser alumnos del Gilardo Gilardi.
Martín Nicolás Di Paola.
D.N.I.: 34.961.170
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