jueves, 25 de abril de 2013

El último recuerdo



No sólo le han quitado su bicicleta, le sacaron amor; le sacaron paseos de la mano en cuatro ruedas, y caños helados que en el invierno se entibiaban con cálidas piernas ajenas.
Le sacaron mates, le sacaron plazas y sol en las plazas; le sacaron amigos, proyectos que se hablaban, futuros que se soñaban. Caminos sin colectivos, soledades a oscuras; le sacaron también serenatas de ocasión, caídas a medias y risas salteñas. Le sacaron galope puntual y andar tedioso. Le sacaron borracheras y madrugadas en zig-zag; le sacaron tardes, pero también mañanas.
Salió de la clase, se palpó el bolsillo y sacó la llavecita del candado. Cruzó la calle rascándose la cabeza y no estaba, no la vio. Caminó desconcertado cinco pasos para cada lado pensando que tal vez la había dejado en otro lugar, pero nada. Por descarte, se la habían llevado.
Quizás en algún punto así debía ser y por designio de la divina providencia se hacía justicia con su memoria y su corazón. Esa bicicleta, era una de las pocas cosas que lo unía inconcientemente con lo vivido.
No sólo le han quitado su bicicleta, también le sacaron el último recuerdo que le quedaba de lo que no podía olvidar.


Ramón.